Saša Vegri, versiones de Julia Sarachu

Desayuno en el regazo ordenado (Buenos Aires, Gog y Magog, 2022) es la obra que reúne dos libros (Desayuno en el regazo ordenado, 1967; y Ofelia y el triple giro, 1977) de la poeta eslovena Saša Vegri (1934-2010) en versiones de la poeta y doctora en Letras Julia Sarachu. Publicamos completa la introducción que presenta la obra de Saša Vegri a los lectores y lectoras de habla hispana, una muestra de poemas del libro y la información bibliográfica complementaria.


Escritura y autodeterminación de la subjetividad femenina

Por Julia Sarachu

Saša Vegri es el seudónimo de la poeta eslovena Albina Dobršek (1934-2010). La presente edición incluye dos libros de la autora, Desayuno en el regazo ordenado de
1967 y Ofelia y el triple giro, publicado en 1977. Desayuno en el regazo ordenado significa que yo desayuno, verbo desayunar en primera persona del singular; en el regazo, en mi falda, lo cual alude a un sujeto lírico femenino, y la falda se caracteriza como ordenada. Quien enuncia manifiesta un esfuerzo por mantener el orden en
relación con la rutina hogareña diaria. En esta obra, el sujeto lírico aparece atravesado por la tensión entre las obligaciones cotidianas de la mujer, esposa y madre, que se ve cercada por las tareas del hogar, el cuidado de los hijos, los conflictos familiares y de pareja, y por otro lado el deseo de escribir, la pulsión poética, que quiere y necesita desarrollar. Para escribir se exige concentración,
reflexión, pero la vorágine del día a día dispersa al yo lírico, y el poema se transforma en un campo de batalla por retener la inspiración y el pensamiento, para que no se escape. Justamente, la fijación en la escritura le permite contener la dispersión de un yo que se desdibuja y tiende a desaparecer bombardeado por los deseos y necesidades de los hijos, el marido y el hogar, a los que debe atender. Especialmente interesante es la serie »Canciones de cuna al miedo«, donde la poeta utiliza la posibilidad, que le brinda el idioma esloveno, de articular el verbo en tercera persona dual para referir una serie de acciones que padece, provenientes de un sujeto no especificado hasta bien avanzada la serie. Luego descubrimos que el sujeto que realiza las acciones son sus dos hijos. Las acciones de sus hijos se presentan en una lista compulsiva que eclipsa al yo lírico, proyectándolo hacia un plano de sujeto omnisciente que se identifica con la perspectiva del que lee; de esta
manera genera la percepción de sentirse exhausto ante la demanda constante de las acciones en dual, que modelan la subjetividad de los hijos en tanto proyección del sí mismo que ama. El amor se expresa como la desintegración del yo lírico ante la demanda de satisfacción del deseo de aquellos dos, que son desdoblamiento, imágenes especulares del sí mismo. Esta dialéctica se manifiesta también por medio del uso, la apelación permanente a la segunda persona del singular en otras series del libro. El yo lírico busca la identificación de quien está leyendo los poemas por medio de la utilización de la segunda persona, por ejemplo en el poema »Balcón I«:

Lentamente tomás el helado
y de a poco,
con la cuchara.
Después te llena el sol,
te llena hasta el borde,
porque en una palabra, todavía sos de barro,
todo y entero.

(Vegri, 2010, pp. 81-83)

Proyecta su propia experiencia como una segunda persona, buscando la identificación con el que lee y, de este modo, el sujeto lírico se desdobla y configura
especularmente. También utiliza la segunda persona para dirigirse a su pareja, por ejemplo en la serie »Familia«; sin embargo, los poemas manifiestan un discurso
automático que es un fluir de la conciencia interna más que una apelación a un otro, y así, nuevamente, la segunda persona es creada a partir de una proyección especular del yo. Cada serie podría pensarse como la objetivación de un aspecto de la conciencia interna que, en la dialéctica que propone el libro, progresa de lo más externo a lo más íntimo. El libro comienza con la serie »Sueño bordado«, la cual presenta escenas tradicionales y hogareñas del folklore esloveno que expresan la experiencia personal, relacionada con la historia colectiva del pueblo esloveno.
La segunda serie, »Canciones de cuna al miedo«, como ya dijimos, manifiesta el vínculo con los hijos; luego, en la serie »Familia«, dentro del capítulo »Reliquias«, se dirige a una segunda persona del singular que es su pareja. Después viene la serie »Balcón«, en la que, a través de la segunda persona singular, busca la identificación con quien lee como un sí mismo que es todos y cada uno: uno mismo hace esto, y luego lo otro, y uno mismo piensa esto y observa lo otro. Balcón significa la reducción del espacio que se circunscribe a la propia conciencia, en relación con el mundo exterior. Por último la serie »Amiga«, donde le habla a una segunda persona singular que comparte lo más íntimo de sus apreciaciones, sentimientos y experiencias. La relación con la amiga representa el diálogo consigo misma como mujer. [Seguir leyendo, aquí]


De Desayuno en el regazo ordenado (1967)

Sueño bordado

I

Los dientes hambrientos de la bestia
en la piel,
que resecó el viento.
La montura desgastada,
se asienta en la telaraña.
Las costillas de la catedral,
donde r e s u e n a en la piedra
el coro de niños,
que ya se volvieron
viejos
de extremidades marchitas.
Desde el ícono
mira la mujer bella,
a quien el hábito monástico
le oscurece la memoria.
Un gran cuervo negro
traga goloso
las cuentas del rosario.


II

Una vieja teje
un saquito de niño en la memoria
y en el vestido negro tiene abrochada
una rosa
de cera blanca.
Frente a la silla
de cedro
sentado en el piso
un perro cansado
con la lengua rosada
y un cálido aliento humano.
Las nueces en su centro
s e h i n chan
y arrojan sombras
sobre sus propias cáscaras.
En el sumidero del tejado
las algas paren humedad
y tragan
con su hocico podrido
la chapa de la canaleta.


III

En la oscuridad desagradable
vuelan las lechuzas jóvenes
alrededor de sus nidos.
En el eco de las paredes
vive la joven
y ondula su paso
entre los tallos.
En la bandeja
reina un lucio muerto
con la reverberancia
de la luz en la columna vertebral.
En el mantel de lino
hay migas de pan
y pájaros.
Un caballo sarnoso
se revuelca en la ceniza,
su freno está en el río.
La puerta abierta
arroja grietas de luz
sobre el vestido de lino.
El murmullo del cuchillo,
que tantea en la grasa
y busca el camino
hacia la sangre.
El olor de la transpiración,
como el olor después de una inundación,
s e p r o p a g a
con las anchas velas del viento.


IV

Nunca te desvestís hasta la última prenda.
En todas partes desnudamiento.
Mientras te desvestís sentís el cuerpo.
El cuerpo y el desnudo, pensás.
Y pensás, que siempre podés desnudarte hasta la piel.
Pero debería terminar el desnudarse.
Y en algún lugar debería terminar el cuerpo, lo deseás.
Por eso con más fuerza te arrancás los trapos,
pero se pegan aún más a tu cuerpo.


Amiga

VIII

En verano le tiraron a alguien el salvavidas, para que se salve.
No se estaba ahogando, nadaba de manera un poco extraña.
Esto es un viaje, un viaje que pasa por al lado de todo.
Pero sin embargo, ¿qué hay con el verano?
El verano lo reservás para tus padres.
Pensás que morirán, y cultivás la amabilidad.
No, no soñás más con los originales,
te satisfacen las reproducciones.
Y con eso podrías conformarte.
Terrorífico paisaje de cabezas.
Miedo, acostumbrate a él. Pensá todo lo que pueden hacer las costumbres.
A veces escupís saliva justo delante de los pies.
La humillación es la frágil sustancia de la locura.


De Ofelia y el triple giro (1977)

Alrededor de tu mundo

ALREDEDOR de tu mundo
GIRÁS
Y LAS MILLAS son pequeñas
Y LOS PARALELOS cortos
Y EL SUR
ESTÁ en los cuatros puntos cardinales
EL HIELO ESTÁ solamente allá
DONDE ESTÁN las pistas de patinaje
DONDE TALLAN las piruetas
LA INEXPLORADA superficie del corazón
TODOS los continentes
DE LA BOCA HASTA la coca cola
ESTÁN ANCLADOS con el ritmo del deseo
Y a veces
CUANDO DESCANSÁS largamente
EN LA SILLA de la cocina
PIENSO
QUE en un segundo vos
COMO mary poppins
A TRAVÉS DE LA VENTANA saldrás volando


El deshollinador te trae felicidad

EL DESHOLLINADOR TE TRAE FELICIDAD
EL DESHOLLINADOR TE TRAE felicidad
LOS NÚMEROS PARES te resuelven las dudas
ENTRE LAS COSAS ELEGÍS las de color naranja
ENTRE LA GENTE los negros
CADA MAÑANA ENTRÁS desde alguna dirección
desconocida
AL DÍA
SIN EMBARGO PARA VOS ES el día
NUESTRA CALLE colmada de niebla
NUESTRA CALLE cubierta de nieve
NUESTRA CALLE con el frente soleado
Y ALGÚN NOMBRE
PRONUNCIADO en el cuerpo
ESCRITO por todas partes
DEPOSITADO en el cielo
Y los cruces
BAJO los pies
SIN CESAR TE desafían


* Julia Sarachu es investigadora en el área de literaturas eslavas por la Universidad de Buenos Aires y traductora de literatura eslovena. También ha publicado libros de poesía y narrativa. Más datos de la autora, en op.cit., en «Prometeo encadenado» y «Julia Sarachu, textos».