Mariela Laudecina

Te siento lejos como la palabra condecoración*

[Mujeres, única fauna]

Mujeres, única fauna
Hombres, aquellos que no ven
su pene
hasta ese punto del amor
han llegado
Ellas pierden la forma
veloces de nacimiento
Ceden
al tornado de la estación más dura
la primavera

Con el poder intacto
la risa
ahoga
lo que no dicen
En la fiesta
en el dolor
cedí ante un hombre dormido
ante el hogar ineludible
Así es él
nada comprende
e invita a una casa
y la puerta sos vos
el enemigo
la luz sos vos
Promete un náufrago y llega
pero se va
La neblina de los sentidos
cabalga sobre nuestro lomo

Se evapora la embriaguez
y se abandona el bosque
Respiramos largo
con la sensación injusta
de haber trabajado
y no haber sabido para quien
Lo confunden con el jardín de las Delicias
nada más alejado
Nos adentramos en la espesura
sin preguntar
eso sí
capaces de la erupción
dolorosa de lo que nace

Aquí solo hay
deseo de repetir
de ahí
los hijos
Aquí
nadie piensa
reventar
se revienta
de hijos
la falla común
Madres
hay en todos lados
El bosque duda
igual
no deja de procurarlos
El semen
podría ser
caudal de fetos minúsculos
polvo dorado
brillo celeste
pero no
El molde decide
color de la pureza
o debilidad
hasta se nombran iguales
leche de mamá
leche de papá

Vuelvan a ponerse los ojos
La vida está fuera
El doble salió del cuerpo
y hablamos varias lenguas
meamos el suelo
Nuestra canción es poderosa y eterna
Sabemos lo que hay que saber
Vuelvan a ponerse los oídos
no importan otros asuntos
aunque dé risa
diabla risa
un hallazgo tan inverosímil

Hay que huir
Incendiar el bosque

 

[He parido un ternero]

He parido un ternero
pequeño y rosado
y me lo han robado para matarlo
He dado a luz en la calle
luego de pujar por horas
Gente que pasa mira con asco
un hombre se acerca
y dice: rápido, corten el cordón
La placenta se desliza
como otro animal
Una mujer lo carga
pido que me lo devuelva
Vivirá, contesta y le creo
En el asfalto, sola y vacía
me veo correr junto a él
en un prado de margaritas.

 

[Anoche]

Anoche
en un barrio desconocido
una ola gigante
arrasó a mi madre
a mis abuelas y a mí
Mamá dijo:
Vamos a congelar el agua
mirala, concentrá tus fuerzas
y el agua se detuvo en un iceberg
Duró poco
el hielo se partía y el mar nos alcanzó
Nos abrazamos
mi madre, mis abuelas y yo
La primera vez que no temo morir.

 

[Alguien me pide…]

Alguien me pide que cargue a su hijo
y sin fuerzas procuro sostenerlo
con la voluntad de quien teme que se lastime
Aún así, cae
Oigo el golpe seco de la pequeña cabeza
Mis manos sostienen el cuello
que de tan blando se dobla como un cuerpo sin huesos
Nunca pude
un bebé en los brazos.

 

[Vuelo hasta un árbol…]

Vuelo hasta un árbol de hojas plateadas
El sol, un convite
la brisa, fresca y mínima
Es un país de construcciones antiguas
Desde una rama veo gente que pasea
Planeo, doy tumba carnero en el aire
Descubro que los pensamientos son catapultas
Con solo imaginar un lugar aparezco en él
Cuando soy voladora, soy profesional.

 

[Pido un café]

Pido un café
mientras
voy hasta los libros de bolsillo
Un hombre frente a Philip Roth
toma Engaño
Hago lo mismo
y salta la pregunta
Es un canguro tierno, precioso

Te escribo un mensaje
Pedís un poema
Abro el libro de Roth

—¿Cómo se llama esto?
—Pues no sé ¿Cómo lo llamamos?
—Cuestionario sobre escaparnos juntos.
—Cuestionario sobre escaparnos juntos que tienen los amantes maduros.
—No eres madura.
—Claro que lo soy.
—Me pareces joven.
—¿De veras? Eso tiene que aparecer en el cuestionario.

Cierro el libro
y vuelven a mí tus iluminaciones profanas
Ahora, vos y yo
hacemos equilibrio en un filamento

¿El canguro?
Ellos
aparecen en forma de interrogantes
Me voy del bar
a comprar pastillas
las que permiten funcionar en el mundo
Un león
espera a la salida
voy a ser devorada
Ellos
aparecen en forma de respuesta.

 

 [Mi corazón no puede no]

Mi corazón no puede no
ser un regalo
Y vos, cristal
en donde sueño agazapada
y huyo de las estafas del amor
Si fuera del club de los observadores de nubes
diría que no es el rebaño que anuncia lluvia
Son cúmulos
Aurora boreal que porfía
el aguacero inesperado que ahoga la confianza
Entrega
que se diluye en el cielo encarnizado
No sé de lo poco
Sé de lo excesivo
y puedo ser nube pasajera
volverme naranja en la oscuridad del día
Rayo que te parta en medio de la ciudad
Y no me olvides
Y no me olvides.

 

[Te siento lejos como la palabra condecoración]

Te siento lejos como la palabra condecoración
y soy un plato suculento para la ansiedad
tu ruido no es percusión en la piel de un animal
es de metal contra un andamio
Perder el equilibrio es una cuestión de oído
De vez en cuando, necesito tu mano en mi cara
A veces lo hago yo misma e imagino que sos vos
o una persona que no me quiere, me ama
La diferencia es para los tontos y yo soy una
Ya no sé pedir, dije y me equivoqué
Doy, esa es la forma
Pronto dejaré de ver en la claridad que me ciega
y tu luz ya no será la misma
Seguiré siendo una inadaptada
No soy más importante que tus amantes
Puedo adivinar lo que dicen tus cartas
Mi terreno es el sueño, ahí
no sé hablar, la certeza es un diamante
Soy de otro plumaje
Estoy yéndome de a poco.

 

[Te quiero adentro]

Te quiero adentro
como caigas
una pierna en la cabeza
el pie en la cintura
la risa en mi mano
tu nariz en el oído
y andar así por la vida
monstruosa pero contenta.

 

«Mujeres, única fauna» es un fragmento de El bosque de las mujeres amadas (2017); «He parido un ternero», «Anoche», «Alguien me pide…» y «Vuelo hasta un árbol…» pertenecen a La culpa es del sueño (2015); «Pido un café»,
«Mi corazón no puede no» y «Te siento…», a Luna de escorpio (inédito).

* Nota de la autora.
El bosque de las mujeres amadas es un libro que habla sobre lo femenino. El reverso y el anverso de un universo complejo. Las contradicciones del amor, los anhelos, el dolor, los mandatos, un bosque luminoso y oscuro en donde la mujer se reinventa y lucha por ser. La culpa es del sueño es una selección de sueños de un diario que escribí por algunos meses y los convertí en poemas. Y Luna en escorpio es un diálogo a través de poemas que surge a partir de una relación amorosa.

 


Mariela Laudecina (Mendoza, 1974)

Vive en Córdoba desde 2002. Coordina talleres y clínicas de poesía. Es directora de la colección de poesía Mambo Nicanor de la Editorial Buena Vista. Administra el blog El Deseo de ser Volcán

Poesía
El bosque de las mujeres amadas, Córdoba, Editorial Buena Vista, 2017
La culpa es del sueño, Montevideo, Editorial Yaugurú, 2015
Perfume de jarilla
, Córdoba, llantodemudo, 2013
Tomo las decisiones con los pies
, Córdoba, llantodemudo, 2011
Intiyaco,
Córdoba, Ediciones Flor de Cardo, 2008
Ciruelas
, Córdoba, llantodemudo, 2007
Hacia la cavidad, Córdoba, llantodemudo, 2007

Narrativa
El cielo es para los ángeles (novela), Córdoba, Textos de Cartón, 2009; Córdoba, Borde Perdido Editora, 2014

Links
Poemas. En Emma Gunst / Poetas Argentinos
Texto de la autora. La Historia de un Poema
Entrevistas. 1 poeta 10 Preguntas / Centro de Documentación Juan Carlos Garat