Mario Arteca. Tres impresiones

Tres impresiones, de Mario Arteca, Buenos Aires, Añosluz, 2017

De Hexágono y diagonal (2016)

La cresta de la ola 1 (manifiesto de poesía visual y fónica)

Pateamos el espíritu, gira –tuerce–
y con cansancio tomamos posesión
de nuestros folletos. No fuimos hacia
fuegos que alumbraban, sin embargo.
La noción sobre una poesía apenas
alcanzada por el hombre, cuando se quiere
romper en círculos un puntapié, y efectúa
otra ronda cercana a la inscripción. Dice
Garnier, así dijo. Se escucha un secreteo
raciniano sin comprenderlo en absoluto,
mientras el poema revoca su núcleo
centelleante y afina la materia en bruto
que lo envuelve. Lo pop. A partir de allí
no viviremos de nuevo protegidos
por una capa de aire, merced a una ola
vertida en el tiempo y cosmos de posibles
devaneos. Aquello fuimos, y no existe sino
en estado salvaje. El cuerpo se abisma
en un bosquejo de ecos, mientras el objeto
está del todo articulado. Sólo resta escribir
sobre una banda magnética, de igual manera
que lo hecho en una página en blanco.
Habremos de elaborar la misma fórmula
cuando el punto preciso se desbarata.

 

Xilografías de Versacci según Baliari – 1965

Apenas una pausa en el cubismo, y después
todo lo demás, en medio de la euforia
de las dimensiones. A los pocos centímetros
de tela suficientes para poner de relieve
la Gioconda, se carean kilómetros cuadrados
de paredes y bastidores. Ningún pintor,
por más joven que fuere, proyecta su obra
en las dimensiones del caballete. El bastidor
sobre el suelo, mientras utiliza a veces escobas
por pinceles y adapta para sus exposiciones
locales semejantes a salas cinematográficas.
Pero de pronto ocurre el milagro, y el artista
encerrado en una pequeña habitación hiende
un simple trozo de madera de veinte centímetros,
con una gubia o cortaplumas. Montecristi.
Dejar así una huella con la gubia de sus uñas
bajo el cumplimiento de mínimas consignas,
a un mundo por deplomarse.

*

De Nuevas impresiones (2009)

¿EDGARDO ANTONIO VIGO? ¿por? ¿Edgardo Antonio Vigo?
(¿Leda Amyris Ferreyra?)

 I
No me detuve un instante en pensar como yo muerto.
Es el pasaje lógico de lo anormal a lo normal, tras la
costumbre de vivir-muerto. Y cualquier acontecimiento
consciente de pequeñez será motivo para que se fijen y
decidan enterrarme.

Agosto 1953. Anochecer en Sainz Tropez.
En Cavaleire me decapitaron a yo. Todo
lo demás llegó hasta el presente, un 9
de octubre de 1962. Sucesos post-
decapitation. Casamiento, tres hijos, un título,
ascender y quedarse en lo profundo sin tocarlo.


4 de marzo de 1969

 

II
Entonces hay bretes, aceleración, trances. Es tanto el
ímpetu, que nos levantamos (es tanto el ímpetu im-
preso), temprano, y transcribimos esto.

Ante la inminencia de la muerte,
el recuento de lo hecho, para
pasar revista a lo no-hecho.


2 de marzo de 1969

*

De La impresión de un folleto (2003)

ANTONIO SAURA pour lui méme

Trois notes

1. París, 1955

Hablando como San Juan de la Cruz
se entiende que las condiciones
del pintor solitario son cinco:
volar en lo más alto;
ser amigo del silencio;
colocar los ojos en el infinito;
no hacinarse en un solo color.

La quinta: gritar la simpatía
de un lenguaje, vacante de él.

 

2. Cuenca, 1957

Hundirse en lo demoníaco.
Goya, Van Gogh, Picasso.
En lo angélico. Vermeer,
Zurbarán, Rothko.
No imponerse a las contradicciones.
Duchamp. Autodestruirse
hasta la muerte. Pollock,
De Stäel, James Dean.
Ahogarse en el fatalismo
de la necesidad de existencia.
Percatarse de que realmente
se vive.

 

3. Madrid, 1959

A lo que sea llenar una superficie
blanca, siendo obsesivo, elemental,
fluyente como un río orgánico continuo.

Para no perder pie, no llegar
al suicidio. Un cuerpo,
un objeto o un paisaje podrían
volverse fuente constante
siempre que no fueran más
que esto.

Soporte endotérmico mediante
llevaré a feliz término
un cumplimiento de acción.

Somos ya el testimonio de una época,
pero es necesario ir más lejos.

 

N. del E. Selección: Valeria Cervero.


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