Gisela Glasman. Cerezas en la nieve


Cerezas en la nieve
Gisela Glasman
Buenos Aires, Barnacle, 2023


Bajo el árbol

amor hubo
y pronto olvido.
El árbol que lo vio todo
nada dijo, se calló.
Entre las ramas del árbol
el viento se hizo canción,
pero el árbol nada dijo,
la canción la canto yo.
Canción de amor y de olvido.
Del árbol yo soy la voz.


Crash, crash

Quisiera estar caminando
sobre un colchón de hojas secas
crash, crash,
y divertirme con mis crujientes pasos.
Que un amable sol de otoño
se deslice por mi cuerpo agradecido
con esa felicidad rara
que se instala algunas veces,
mientras me pregunto
a dónde llegará el camino.


Cerezas en la nieve

En mi viaje en el tiempo
una vez me pregunté
si habría cerezas en la nieve.
Hace bastante que estoy en la nieve
y puedo decir
que hay toda clase de frutos.
He comido algunos amargos,
es inevitable.
Pero sí,
hay muchas cerezas,
que son creo, aún más dulces
que las de antes.
Tal vez porque están en la nieve.


Escrito en el 90

Se acortan los días del futuro
en este despertar de primavera.
Cada nueva hoja trae
la eterna luz de lo posible.


Tras mi ventana

Anochece otra vez
como estaba dispuesto.
De a poco, de a poco
el celeste es oscuro azul
y como no oigo ruidos
creo que todo es apacible.
Al menos,
no se ve nada detrás de las lucecitas
que ahora embellecen el cemento.
Quién sabe qué ocurre
detrás, detrás de las lucecitas?
Cuando anochece
quién sabe?